Ir al contenido principal

Deliración 35: Una lluvia de ruleros.-

Mediocre y ensimismado levantó la vista para ver quién le gritaba. Era una vieja del quinto piso que agitaba los brazos y desparramaba ruleros por el aire. El ruido de los autos y los colectivos le impidió escuchar qué era lo que decía. Miró a los costados y descubrió que nadie más le daba pelota, así que siguió caminando. Jamás se enteró de lo que pasó en aquel departamento. Sin embargo fue noticia nacional. Un crimen terrible. Pero él no miraba los noticieros, no leía los diarios ni escuchaba la radio. Vivía ensimismado y mediocre, evitando los colectivos y el trabajo, quejándose de vez en cuando, rascándose casi siempre, comprando un tarro de dulce de leche todas las semanas.

Matsuo

Comentarios