Preguntado sobre las mujeres, respondió:
— No se trata, la mujer, de un ser incomprensible; sino de todo lo contrario. La mujer es, pues, una entidad biológica aburrida. Incapaz de comprender el placer y el aspecto meramente lúdico de los juegos, la mujer apela a la competencia material como estilo de vida. De ahí que la mujer envidie y compare. Al estar aburrida, la mujer estudia, trabaja, cumple horarios y consume. Al estar aburrida, sobre todas las cosas, la mujer rompe los huevos.
Entonces tosió, se tomó un vaso de agua y aclaró su voz:
— El hombre será un pelotudo;— admitió furioso con la mirada perdida en un recuerdo que no le pertenecía al resto del público— pero, por lo menos, es divertido.
"Bienvenido todo aquél que en calidad de tal permaneciere lejos; pues que de acercarse sería éste y no aquél, y como tal molestaría."
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