Pensó en fusilar su destino y se llevó un veintidós a la sien calculando que la bala trazaría un laberinto en sus sesos del cual sería muy difícil salir. Sin embargo, no se animó a apretar el gatillo y optó por disparar a sus compañeritos de grado.
"Bienvenido todo aquél que en calidad de tal permaneciere lejos; pues que de acercarse sería éste y no aquél, y como tal molestaría."
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