Lo peor de vivir con un par de sinusitosos alérgicos a la vida es caminar descalzo sobre esos charcos trasparentes y gelatinosos que quedan en el piso del baño, de la cocina o en la alfombra del living después de sonarse la nariz o simplemente chorrearlos y que no se dignan a limpiar. El departamento se convierte entonces en una playa a la que han ido a morir unas cuantas aguavivas desde las flemáticas profundidades del bronquio.
"Bienvenido todo aquél que en calidad de tal permaneciere lejos; pues que de acercarse sería éste y no aquél, y como tal molestaría."
Ese es un detalle que seguramente no necesitaba saber :S
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