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Deliración 170: A mi querida locura mía...

Ay, y qué cierto era eso de lo que tanto se enorgullecía, pero de qué le sirvieron tan románticas y sensuales, desparramadas entre tantas y tan variados remitentes, cuando vencido el plazo de sus vidas, le embargaron su eternidad ante la insistencia de todas aquellas almas en pena que se aparecieron, una a una, reclamando tras las rejas de su infierno, la cuota prometida, esgrimiendo, como prueba fehaciente, sus propias cartas como pagarés de amor eterno.

Comentarios

  1. Anónimo5:24 a.m.

    excelente..... realmente hace un tiempo q me desvelo leyendo comentarios y pensamientos sutiles en esta pagina recomendada por mi hermana (angeles salazar).... la verdad q vale la pena.
    escribis libros o en un diario o revista??

    Atte Carlos o Charly como ud prefiera llamarme

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  2. Se agradece muy profundamente, mi estimadísimo don Charly... por ahora no publico nada, por suerte para muchos y desgracia de unos pocos, pero como que cada tanto dan ganitas de que algo cobre turgencia y termine publicado en algún formato mucho menos ecológico que este... habrá que ver...

    Saludos para usted y para Amieles también!

    Y de nuevo, muchas gracias...

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  3. Anónimo8:10 p.m.

    ok tomo nota pues cuando se le ocurra apoyar a los antiambientalistas y talar su pequeña porcion de bosco autoctono para publicar un libro le pido q me lo haga saber!!! jaajjaj mucha suert y un beso de parte de los salazar

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