Cansado de saberse tal, creó marioneta a su imagen y semejanza en un desliz de terapia semiótica; mas, cuando cortó las tanzas de sus prejuicios, sumiciones, afectos y mandatos, descubriose estrellándose cuadripléjicamente contra el suelo. Alzose a sí mismo desesperadamente y ató, entonces, los cabos como pudo, para luego dejarse colgado, en un rincón seguro, desparejo y encorvado, en una mueca de resignación perpetua.
"Bienvenido todo aquél que en calidad de tal permaneciere lejos; pues que de acercarse sería éste y no aquél, y como tal molestaría."
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