"Charlaban de manera desinteresada y amena, y entre todas, ella, con la vista perdida en su propia tristeza y la sonrisa predispuesta: una esperanza y sólo eso, nada más que el eco de un latido", pensaba.
"Bienvenido todo aquél que en calidad de tal permaneciere lejos; pues que de acercarse sería éste y no aquél, y como tal molestaría."
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