Capuchones, blancos, negros, rojos, decenas, centenas, miles, sobre el escritorio, en los cajones, en la biblioteca, en la mesita de luz, junto al tele, por todos lados, por todas partes, y las lapiceras y las biromes y las fibras, secas. Diganme si no es para matarlos...
"Bienvenido todo aquél que en calidad de tal permaneciere lejos; pues que de acercarse sería éste y no aquél, y como tal molestaría."
Comentarios
Publicar un comentario