54.-
EN LA SALA DEL RANCHO:
MUNIAGORRI
Vos... vos tenés la culpa de todo, chileno malparido!!!
Muniagorri, con los ojos lleno de lágrimas, agarra la escopeta y avanza hacia la puerta del sótano.
"Bienvenido todo aquél que en calidad de tal permaneciere lejos; pues que de acercarse sería éste y no aquél, y como tal molestaría."
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