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Deliración 321: Lo que son las cosas...

Cómo será el marote de rebuzcado y caprichoso que, cada tanto, uno se descubre despierto y estableciendo relaciones que jamás había hilado sobre recuerdos que ya creía olvidados, y la re-puta madre, porqué viene a joderme ahora, casi diez años más tarde y a las 5 de la mañana, esta puta idea de cuán poco llegué a interesarle realmente, siendo que ella que lo retrataba todo con su camarita de morondanga jamás se preocupó por tomarse una foto conmigo siquiera: los dos juntos y abrazados, sonriendo y enceguecidos por el flash, con una mano extendida sujetando la cámara... y mirá que tuvo oportunidades la muy turra; pero no, ni siquiera tuvo esa delicadeza de dejarme con, al menos, la turgencia de mi fantasía a su lado...

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