Sinceramente, soy un infeliz consuetudinario con una pobre voluntad avocada a frustrar mis sueños y pisotear mis anhelos. No se trata de algo transitorio sino de una técnica que vengo perfeccionando desde hace años: una mirada triste, un comentario gracioso y esta pena en el pecho que oprime más que el colesterol que lo debo tener por las nubes, mirá...
"Bienvenido todo aquél que en calidad de tal permaneciere lejos; pues que de acercarse sería éste y no aquél, y como tal molestaría."
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