Respiran, todos juntos y por separado, a su manera cada uno, roncando, silbando, sorbiendo sus flemas, aspirados, sin ritmo ni constancia, asistidos, desfigurados y asépticos, uniformados y desnudos, respirando, simplemente respirando, y eso ya es pedirles demasiado.
"Bienvenido todo aquél que en calidad de tal permaneciere lejos; pues que de acercarse sería éste y no aquél, y como tal molestaría."
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