Y le llamamos Foca por la afonía asmática con que aullaba, epifanía cuadrúpeda de una aberrante malformación sarnosa, como un gran muñón moreauchezco, oliendo a muerte y en vías de lograrlo, llegó a casa un sábado por la tarde casi en comodato, a condición de volver a sus pagos una vez vencidas el par de semanas... veremos qué pasa, me disyuntivé ya sabiendo mi respuesta: o nos lo empernan o nos encariñamos con la bestia...
"Bienvenido todo aquél que en calidad de tal permaneciere lejos; pues que de acercarse sería éste y no aquél, y como tal molestaría."
Comentarios
Publicar un comentario