Al parecer, tanto saltimbanqui se daba cita con el propósito de humillar públicamente a una letrada privada de vergüenza que estaba avocada a extirparles el espacio mediante un fraudulento proceso de usucapión instantánea, alegando morada usurpada por esos otros que habían hecho de la ruina vacía un centro cultural circense donde acróbatas, poetas, fumadores y opiómanos desamparados pudiesen expresar libremente su arte y su humo colectivo entre tantas gatas que prestaban el nombre a la casa. Engatusolos, sin embargo, la policía con alegatos amistosos y llamados a la paz social mientras fugábase la susodicha fugazmente escoltada por cuatro uniformados a un patrullero que se perdió en el tráfico de la tarde. La revuelta pacífica fue dispersada alegando contravenciones inventadas y exigiendo documentos ausentes a todos los presentes. Busqué más tarde información al respecto, pero ningún medio ofrecía dato alguno sobre la función vespertina del circo y su carpa en peligro.
"Bienvenido todo aquél que en calidad de tal permaneciere lejos; pues que de acercarse sería éste y no aquél, y como tal molestaría."
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