"No me vengas con eso", dijo mientras apartaba el discurso de su amigo con un vaso acaramelado con fernet: "perdonar es una boludez cristiana... cómo vas a perdonar a alguien que te arruinó la vida? Ese tipo no merece tu perdón, merece tu odio y después tu olvido. Perdonar significa aceptar y someterse, a lo que yo apunto es al desprecio", finalizó, y me parece justo.
"Bienvenido todo aquél que en calidad de tal permaneciere lejos; pues que de acercarse sería éste y no aquél, y como tal molestaría."
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