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Deliración 363: El día largo.-

Y de repente todo estaba superpuesto en un mismo punto, multiplicándose desprolijamente a medida que avanzaba entre los reflejos nebulosos de su borrachera. Se detuvo, luchando por mantener los ojos abiertos y se durmió de pie, un instante apenas, pero lo suficiente como para recordarla: su espalda y el pelo que se deslizaba sobre su hombro mientras ella se volteaba. Abrió entonces los ojos para verla mejor y redescubrirla, pero la imagen se perdió entre las ramas de la cañada. Se sentó sobre el tapial de piedras, aturdido por su respiración: una sonrisa... sólo eso quedaba. Quería recuperar su memoria, la de ella... o quizá sólo saber porqué la había olvidado.

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