Tita murió, sin que lo sepamos, hace poco más de una semana en un Hospital Aeronáutico y el Cholo, según nos enteramos, se vuelve a Buenos Aires para morir en la esquina de la casa de sus hijos... Nosotros seguimos acá, del otro lado del tapial, con las mandarinas y los perros, tristes, esperando quién sabe qué cosa y ahorrando para el casamiento. En definitiva, pensamos en mudarnos, en conocer más gente por sólo dos años...
"Bienvenido todo aquél que en calidad de tal permaneciere lejos; pues que de acercarse sería éste y no aquél, y como tal molestaría."
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