Del otro lado de la ventana creció una torre que desaparece por encima del marco. Llueve, pero apenas, y y la Internet ya no es lo que era. En mi época, todo era sorpresas; ahora, más bien abulia y desgano. No queda otra que charlar, y perder el tiempo a la vieja usanza: mirar por la ventana y pensar si alguien nos extraña.
"Bienvenido todo aquél que en calidad de tal permaneciere lejos; pues que de acercarse sería éste y no aquél, y como tal molestaría."
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