El tipo tiene 37 años y trabaja en la municipalidad. Su viejo entró con los radicales en los 80s y le consiguió un puesto con los peronistas a principio del 2000. Es una especie de intermediario perdido dentro del procesamiento de datos de los contribuyentes de la tasa. Vive de eso, pero el tipo tiene un blog desde el 2005, ocho años ya. Escribe sobre hechos policiales y cosas que le llaman la atención; alguna película, un recital o demás aleatoriedades que atestigua in itinere. En los últimos dos años comenzó a escribir sobre el submundo paranormal de Córdoba; desde que la vieja se enfermó y el padre la empezó a llevar a todos esos curanderos que le aseguraban sanarla mediante hechizos, promesas y sacrificios. La vieja murió, pero él descubrió que no todo era mentira. El tipo busca la verdad a su manera y se remite a sus sentidos. Hoy publicó, después de mucho tiempo, el caso de la mesa 14 de un bar en Alto Alberdi en el que debés sentarte a la hora de la siesta y pedir una caña de más y esperar hasta que una ausencia te acompañe y te palmee la mano. "Les juro, era mi abuelo", sentenció y tengo razones para creerlo.
"Bienvenido todo aquél que en calidad de tal permaneciere lejos; pues que de acercarse sería éste y no aquél, y como tal molestaría."
uhh, pasá la dire de ese bar de Alberdi, así no entro nunca, jaja. Qué cagaso no saber que clase de ausencia te pueda acompañar...
ResponderBorrarsaludos Mati, qué bueno leerte