_ Yo siempre quise ser mujeriego, pero no me daba.
_ ¿La pinta?
_ No, no, la pinta no... bah, creo que no... no soy feo... simplemente nunca supe cómo hacer un levante... pero no, no soy feo... bah, ¿usted piensa que soy feo¿
_ Lo que yo piense no importa, lo que importa es lo que usted piense de usted mismo...
_ Y... yo creo que soy un pelotudo, que tendría que haber aprovechado... hubo un par de minas que se me regalaron, pero no me animé... y ahora, con el tiempo, me doy cuenta de que me quedé con las ganas. Qué sé yo, por lo menos para la anécdota; porque no creo que hubiese cambiado mucho mi vida.
_ ¿Y a usted qué le parece?
_ ¿Me pregunta en serio?
_ En serio, ¿qué le parece?
_ Y no sé, qué sé yo... por ahí sí...
_ ¿Qué habría cambiado?
_ Y no sé... por ahí no estaría casado con mi mujer... por ahí no estaría casado... o por ahí habría terminado enyuntado con la primer atorranta que me tumbaba... yo creo que también tenía un poco de ese miedo...
_ ¿Qué miedo?
_ Y... no poder cortarla... no saber cómo... Había minas que me tiraban onda, pero que yo sabía que no me interesaban en absoluto como para mantener una relación formal... y medio que yo tenía miedo de no poder cortar con ellas y terminar por siempre con una mina que no quería...
_ ¿Y usted quiere a su esposa?
_ No sé, sí... qué sé yo... Sí, la quiero... No estoy más enamorado de ella, pero la quiero... Es buena mina... muy buena persona... No sé...
_ ¿Y por qué no termina con su esposa si no está enamorado de ella? ¿Para qué seguir casado?
_ No, es que sí, la quiero, pero no sé... Usted sabe, es distinto... Ya son muchos años: el amor, la costumbre... todo se mezcla... Yo creo que si habría sido más mujeriego yo la valoraría más, porque conocería a otras minas... Sé que mi mujer es una mina de fierro, pero me parece que me quedé con ganas de más, de otras cosas... Esa curiosidad me tiene disconforme...
_ ¿Usted piensa que tendría que conformarse con la mujer que tiene?
_ No, bueno; si lo pone así... suena feo... No sé, yo la quiero; pero me habría gustado garcharme otras minas. ¿Cuál es el problema, loco? ¿Qué? ¿Ahora me va a juzgar usted también? Ya bastante tengo con que me rompan las bolas todos para que encima me hinche los huevos usted también... ¿Qué quiere? ¿que me sienta culpable? ¿Por qué me voy a sentir culpable si no hice nada? No ve, si ése es el problema; no hice nada: ¡nunca hice nada en mi vida! ¡La puta que lo parió! ¡Nunca hice nada, qué boludo! Qué vida al pedo, pero qué vida más al pedo... ni una mina, nunca... Cómo me cagó la vida mi viejo... Cómo me llenó la cabeza mi vieja... Si no iba a pasar lo mismo, yo no era mi viejo; ¿por qué habría de haber lastimado a todos como hizo él? Yo no digo de ser mujeriego para humillar a la mujeres; yo no digo de mentirle, engañarlas y maltratarlas... Lo que yo digo es garchar, disfrutar... pasarla bien... Pero me faltó eso, me lo perdí... Qué boludo, me lo perdí... Cómo me cagaron la vida... Y yo, qué pelotudo... Yo tengo que mandar todo a la mierda, mandarlos a todos a la mierda y listo; hacer la mía y ya está... ¿Para qué me hago mala sangre?
_ ¿Y qué va a hacer?
_ ¿Y qué sé yo? Nada, ¿qué voy a hacer? Si soy un pelotudo... ¿Qué se cree? ¿que voy a salir de acá y le voy a meter los cuernos a mi mujer? No, claro que no; si soy un pelotudo... Aparte, ¿con quién le voy a meter los cuernos? Si ni siquiera puedo hablar con una mina... No sé cómo hice para que mi mujer me diera bola... ¿Qué me vio? ¡¿qué me vio?! Qué boluda... ¿para qué se metió conmigo? Qué ganas de joderme la vida también... Qué hija de puta... Yo podría estar por ahí, haciendo cualquier otra cosa, pero no; ahora tengo que rendirle cuentas a esta boluda de todo lo que hago... Y lo peor de todo es que no hago nada... ¡e igual me celan! ¿Se da cuenta? Qué vida de mierda... Yo tendría que pegarme un tiro, por pelotudo... No merezco estar vivo, si total desperdicio mi vida...
_ ¿Y qué le gustaría hacer?
_ Nada, qué sé yo; nada... Me gustaría estar con otra mina, eso... Me gustaría terminar con ella... renunciar a mi laburo... Irme, irme a la mierda... Mandarlos todos a la mierda, que se vayan todos a la puta que los parió... Quiero estar solo, que nadie me joda... Quiero estar solo... No sé qué quiero... estoy cansado... Qué sé yo, me quiero ir a casa... Mejor cortemos, no tengo ganas de seguir hablando...
_ Si eso es lo que usted quiere...
_ Sí, no quiero hablar más, estoy cansado... No quiero pensar más...
_ Bueno, habíamos quedado en 50 pesos, me parece...
_ Sí, aquí tiene...
_ Gracias, ¿lo espero la semana que viene entonces?
_ Sí, seguro... hasta la semana que viene...
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