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Deliración 483: El cliché 19

La idea del blog también se le ocurrió a él. Bruno, digo… Me dijo que ya que sacaba las fotos y después se las pasaba por Whatsapp junto con las impresiones y anécdotas que juntaba durante el día, que por ahí era mejor ordenar todo en una especie de diario de viaje online y compartirlo con quien quiera leerlo. Me dijo que lo piense, que incluso podía hacer algo de plata extra si lo hacía bien o le dedicaba el tiempo suficiente. Hasta ahora no vi un mango, y tampoco tengo muchos seguidores. Me dijo que me promueva, que abra cuentas y más cuentas… pero la verdad es que no tengo ganas de trabajar. Con lo que saco de la pensión me alcanza. Prefiero tomar esto como hobby, o como terapia. Desde hace unos meses me presento como escritor, e inmediatamente dejo de ser vagabundo y me toman por bohemio. Cambia el trato; como que la gente tiene una fantasía romántica del asceta limpio que se opone directamente con el prejuicio de hippie mugriento e improductivo.

De pronto me construí este nuevo yo, pero es un personaje. Lo disfruto, pero más que nada porque es algo novedoso y distinto.

Soy un payaso…

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