Simón mira a su esposa: ella duerme. Sigue el contorno de su cuerpo, se detiene en la barriga inmensa, mira a su hija aún dentro. Repasa los sucesos del día: el cuerpo, la policía, su esposa, volver a casa, la noche... el idioma, ese puto idioma; el esfuerzo inhumano por hablar ese idioma de mierda... no haber probado bocado en todo el día, no poder dormir en toda la noche... el cuerpo de la niña, los trozos de carne entre las hojas y las ramas... el barro y el olor a podrido... el ruido de las moscas y su perro... su perro masticando un pedazo de carne... ya no recuerda si se trataba de una oreja, o de unos dedos, o si fue cierto...
"Bienvenido todo aquél que en calidad de tal permaneciere lejos; pues que de acercarse sería éste y no aquél, y como tal molestaría."
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