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Deliración 495: Yo que vos, me vuelvo 11

El padre de Simón cruza la calle y golpea la ventana del auto con el nudillo del índice. Al principio no hay respuesta; pero, al insistir, el conductor abre la puerta. Desde la casa, Simón pregunta quién es y resulta ser el padre de la nena. El padre de Simón hace una mueca (una vez traducido) y le aprieta el hombro a manera de pésame. El padre de la nena comprende y asiente a manera de gracias.
Los tres varones mantienen silencio en el living-comedor de la casa. Simon está echado entre ellos, pero mira hacia la puerta que da al patio. El padre de la nena deja la taza de café, se aclara la garganta y comienza a hablar con voz quebrada. El padre de Simón lo mira y después se vuelve a su hijo. Sin decir nada le pregunta qué dijo. "Pregunta si maté a su hija", responde Simón y recuerda a Simon masticando una oreja... ¿o eran acaso unos dedos?

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