Andrea era más grande, tenía más de 40. Luciana, su hermana menor, unos 20 años menos. Andrea se había recibido de farmacéutica y trabajaba en la administración de los dispensarios municipales. Luciana todavía no era autosustentable y estudiaba Ingeniería Química. También tenían un hermano en el medio, Augusto, que estaba por terminar medicina (sin saber si iba a hacer residencia o si le gustaba la profesión siquiera).
Los padres también vivían en Córdoba, pero en barrio Jardín. Les habían regalado el departamento de Laprida y Cañada cuando Augusto había comenzado a estudiar. Era una familia que había sabido mantener y heredar su jerarquía en las dependencias públicas provinciales y municipales durante generaciones, sin importar el tinte político o militar oficial.
Andrea había estado a punto de casarse unos 7 años atrás, pero el tipo la dejo por insoportable. Desde entonces renunció a las relaciones formales y se dejó estar. Era pesada, mañosa y había encarado el personaje de vieja solterona.
Luciana fantaseaba con la idea de terminar la carrera e irse a España donde vivían unos primos. Al igual que su hermana, no mantenía ninguna relación formal ni estable; pero, a diferencia de Andrea, lo hacía porque consideraba que arriesgaba su proyecto de fuga.
Augusto era virgen y jugaba al básquet, a pesar de ser petiso y gordito.
De los tres, Luciana era la más agradable; pero eran un grupo muy cerrado y reservado. No mantenían mucha relación con las vecinas del 4to B; aunque Augusto le gustaba Lorena, pero no se animaba a hablarle.
Los padres también vivían en Córdoba, pero en barrio Jardín. Les habían regalado el departamento de Laprida y Cañada cuando Augusto había comenzado a estudiar. Era una familia que había sabido mantener y heredar su jerarquía en las dependencias públicas provinciales y municipales durante generaciones, sin importar el tinte político o militar oficial.
Andrea había estado a punto de casarse unos 7 años atrás, pero el tipo la dejo por insoportable. Desde entonces renunció a las relaciones formales y se dejó estar. Era pesada, mañosa y había encarado el personaje de vieja solterona.
Luciana fantaseaba con la idea de terminar la carrera e irse a España donde vivían unos primos. Al igual que su hermana, no mantenía ninguna relación formal ni estable; pero, a diferencia de Andrea, lo hacía porque consideraba que arriesgaba su proyecto de fuga.
Augusto era virgen y jugaba al básquet, a pesar de ser petiso y gordito.
De los tres, Luciana era la más agradable; pero eran un grupo muy cerrado y reservado. No mantenían mucha relación con las vecinas del 4to B; aunque Augusto le gustaba Lorena, pero no se animaba a hablarle.
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