Creo que se empecinó en ponerse de pie sólo para poder bailar a su manera, girando trompísticamente y quebrando la cadera en paréntesis tan extremos que parecen más bien signos de mayor y menor; cerrando los ojos y compenetrándose, asintiendo en trance y alzando los brazos: confiando en que la música la va a atajar.
"Bienvenido todo aquél que en calidad de tal permaneciere lejos; pues que de acercarse sería éste y no aquél, y como tal molestaría."
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